Para distopías, sarcasmo, quejas, miedo, asco, vergüenza por lo que le hemos hecho (y le seguimos haciendo) al mundo hemos tenido 365 días. Hoy es el 366 de este año bisiesto en retirada. Cada uno, cada una hará —o no— su propio balance. Fijará metas para 2025, que ojalá sean realistas, amorosas, inclusivas. Justas. Y se transformen en acciones concretas.
La otra noche en una serie de tantas escuché hablar de la Deep Web; mostraban con qué facilidad se puede acceder allí a la escoria más infame: armas, drogas, pornografía infantil, sicarios. Y siguen las firmas.
Digo, ¿y si nos proponemos una DEEPER WEB? Sin sede en Silicon Valley, sino en el pobre pesebre de cada corazón humano capaz de recibir a un niño indefenso, como el que nació en Belén. O a un anciano enfermo de soledad y miedo.
Dar, cada día, algo a alguien. Lo que podamos, mirando a los ojos a ese/ esa / esos que están en la calle y deseándoles lo mejor. Habrá otros más que nos pidan —la necesidad se ha vuelto imperiosa, ultrajante, omnívora: mirémoslos también. Podemos contestar: “Hoy ya ayudé como pude, pero igual te bendigo y te deseo lo mejor”. Y, si nos animamos, un abrazo. ¿Cuánto puede curar un abrazo? ¿Cuánto cotiza en la bolsa de la ESPERANZA? Me tildarán de burguesa, idealista, infantiloide, hipócrita. Y también seguirán las firmas...
DEEPER WEB: Una red más profunda, invisible, poderosa ¡y gratuita! de WORLD Members EXPECTING the BEST. De los que todavía esperamos y apostamos por un mundo mejor. Aunque a veces la vida duela tanto.
Es mi compromiso y mi invitación. Va también mi abrazo hecho palabra, como no podría ser de otra manera.
Claudia
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