Hace un año y medio trabajamos juntos en el marco de una Tutoría personalizada de escritura, con el objetivo de dar forma a su próximo libro de relatos. Diego –ingeniero, meditador con la mirada puesta en Oriente, amante de las estrellas y la cocina– ya había publicado Fábulas Polares. Y decidió ir por más.
Los doces relatos que conforman la nueva obra ya estaban escritos, o al menos esbozados. Los atravesaba, como un haz de luz, una idea central en la filosofía de vida del autor: los milagros existen. Así como es necesario poner de nuestra parte para que el milagro ocurra, los cuentos también requerían trabajo...
Se trata de historias que dan cuenta de la conexión que une la vida cotidiana, lo material y concreto, con planos más sutiles y elevados de existencia. Un leve cambio en una dimensión –una inflexión de voz, detenerse a contemplar las estrellas, el influjo de la lluvia sobre el cuerpo, la mutación de un color, la práctica constante de alguna disciplina y hasta la capacidad de recordar lo enterrado en la trastienda de la memoria– cobran de pronto relevancia y llevan a transformaciones más profundas, de consecuencias no solo personales sino también sociales. Y hasta planetarias. De allí la concepción de "cuentos cuánticos".
Entre otras cuestiones, trabajamos la voz del narrador, la construcción y caracterización de los personajes, la "visibilidad narrativa" (como buen ingeniero, Diego ama las matemáticas y tiende a una escritura un tanto abstracta), la estructura de los relatos y del libro en general. Que también tiene lo suyo y agrega nuevas capas de sentido al conjunto. Discutimos desde títulos hasta imágenes y metáforas. Indicios, diálogos, remates... El libro fue creciendo y se acerca el final.
La foto que acompaña este post bien podría ilustrar uno de los cuentos, "Doble pájaro": un tipo de ave que se alimenta de la indiferencia de las personas y les devuelve el asombro y la alegría. En la imagen, es el mismo autor quien les da de comer a unos pájaros de aspecto prodigioso.
Gracias, Diego, por la confianza y por nuestros encuentros, tan productivos como divertidos. Todo lo mejor para tu libro, cuyo título aún no revelamos, a la espera de que pronto salga a la luz... y vuele alto.
CM
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